Finalizó otra semana de golf. Aunque no fue una torneo más del montón, sino, una competencia apasionante y espectacular.
Todo comenzó el día jueves, donde la cancha demostró que no iba a ser nada fácil, y le causaría dolor de cabeza, a todos los jugadores durante todo el fin de semana. Si bien parecía que algunos se subían a la punta y se separaban del resto, esa diferencia se disolvió el día viernes, donde se equilibro la balanza y emparejo la situación.
Llegando al día sábado, el joven Morikawa ya asomaba en las primeras posiciones, dispuesto a dar pelea.
El día domingo, fue una experiencia única, el tablero muy ajustado, llego a tener 7 jugadores empatados en la primera posición. Todos estaban expectantes, siguiendo de cerca quien sería el que irrumpiera y sacara la ventaja.
Pasaban los hoyos, y todo seguía igual, y más jugadores se acercaban a la punta. Hasta que el joven Morikawa hizo lo necesario para llevarse el título. Pego un drive extraordinario en hoyo 16, dejándola a metros de la bandera, y embocando para águila, sacando dos de ventaja sobre el resto.
Cualquier adjetivo, queda corto para describir el juego del norteamericano en la última ronda, en la cual finalizó, con 64 golpes.
Si bien tiene un año como profesional, ya había ganado por duplicado en el tour, y la obtención de este major, fue la frutilla del postre. Pero además de ser su primer torneo grande, con esta victoria, se une a la lista de los jugadores que ganaron su primer PGA Championship, antes de los 23 años. ¿Quiénes integran esta lista? Ni más ni menos que Jack Nicklaus, Tiger Woods y Rory Mcilroy.
Pareciera que el Collin está destinado a hacer grandes cosas, pero no hay que apurarlo, sino disfrutarlo y que nos siga deslumbrando con golpes como los que realizó, y su templanza a la hora de definir el torneo.