Desde chico su locura por este deporte era un poquito más intensa a la del resto. Seguramente su padre @martinfdeo tiene responsabilidad al respecto…
Su postura ante una mala ronda fue lo que más me sorprendió en una cena. Habrá sido hace 5 o 6 años en Mar del Plata. El resto estaba con bronca, frustración, contando los bogeys o los putts cortos que habían fallado, se lamentaban. Teo seguro estaba enojado también. La cara no era feliz, pero rescataba las buenas sensaciones que había tenido, y culminaba con un «mañana voy a hacer diez golpes menos, 65». Fue y lo hizo.
Su madurez se percibe al conversar en una entrevista, al verlo desenvolverse en la cancha, y al conocer su forma de trabajar.El apodo «la compu» le sienta bien. Su mirada no nos deja mentir. Cual Padraig Harrington mirando el vuelo de su pelota, cual Jordan Spieth debatiendo con su caddie cada factor influyente en el tiro.

Ese chico del @cnsi_golf creció, pero el fuego en la mirada es el mismo.
No se quedó con su talento. No se conformó nunca con sus éxitos locales o regionales. Se fue superando a base de sacrificio y disciplina. Trabajó cada parte de su juego para estar en la élite. Y cuando haces tan buen laburo en silencio, cuando sos tan consistente y te rodeas de la gente indicada, los resultados llegan
Felicitaciones @mateofdeo
«Los resultados extraordinarios provienen de personas ordinarias con una disciplina poco común. «

Por Martín Rodríguez Consoli