Alejandro Tosti: Pequeño Gigante Argentino

El reciente ganador del “Termas de Río Hondo Invitational” nos cuenta todo. Sus comienzos, su gran carrera como amateur, cómo fue afrontando las adversidades en el golf y en su salud, su mirada para su 2020 y mucho más.

Vacaciones en el sur de América. Más tranquilo, luego de un año que le trajo muchos alicientes para lo que viene. Esta carrera, que transita la etapa naciente del profesionalismo, ya tuvo sus grandes contratiempos. Pero “los caminos en la vida son muy difíciles de andarlos”, decía la canción. Y, nuestro protagonista de hoy, lo tiene muy en cuenta.

Este talentoso deportista, oriundo de Rosario, hincha de Newell’s, no la tuvo fácil. Inicio de mucho empeño (propio y familiar), con etapas no tan rutinarias como las que le pueden tocar a un joven hoy en día. Pero él siempre tuvo claro lo que quería hacer. Siempre se las ingenió para que, ese amor por nuestro querido golf, siga latente. Supo afrontar el tener que dejar algunas cosas de lado, los contratiempos que le genera esta actividad (le tocó ver muy crudamente en sus inicios que, en esto, es más lo que se pierde que lo que se gana), la distancia con su familia y problemas de salud complicados. En esta íntima entrevista, nos describe perfectamente el trayecto que tuvo que transitar para llegar a este horizonte prometedor que el 2020 le espera:

– Ale, 23 años y recién estás formando tu vida profesional. Ahora bien, tu carrera amateur fue muy buena. ¿Cómo arrancó todo esto? ¿Influyó tu familia en tu pasión por este deporte?

Todo arrancó con un atizador de brasas y una pelotita de ping-pong. Trataba de meter la pelotita en la rejilla del patio de mi casa, después de mirar el Masters por varios días. Yo tenía 5 años, en ese entonces. Mi familia influyó mucho en el apoyo, unos meses más tarde, cuando yo le dije que quería empezar a jugar golf.

– ¿Cómo fue llevar a la par tu adolescencia, con tu gran sacrificio y exponencial crecimiento, en tus inicios? ¿Te arrepentís de algo en ese entonces?

Definitivamente no fue una adolescencia normal. Fui pasando por cuatro colegios diferentes, en donde me tenía que adaptar a los cronogramas que me permitían practicar golf en la tarde. La verdad es que no me privé de muchas cosas en ese momento. Siempre traté de pasar mucho tiempo con mis amigos, jugar al fútbol, divertirme y, a su vez, he hecho mucho sacrificio. Por ejemplo, cuando llegó la época de los cumpleaños de 15, yo no podía ir porque tenía torneo, o estaba de viaje. Sólo pude asistir a dos de ellos, imaginate.

– 2015: surge el Latin American Amateur Championship, con todas las repercusiones que tuvo, por lo que estaba en juego (Invitación al Masters de Augusta). ¿Cómo te enteraste del surgimiento del LAAC y cómo fue tu preparación en ese momento? Ahora bien, en ese primer LAAC tuviste una actuación estupenda. Recuerdo cuando descargaste en llanto tu angustia con tu caddie por no haber cumplido tu sueño. Ahora pasando el tiempo y más en frío. ¿Qué enseñanzas te dejó esa experiencia vivida? ¿Cuánto tiempo te llevó cambiar el chip?

Del LAAC me enteré un año antes de que lo empezaran. Creo que fue un torneo increíble para los amateurs. Una oportunidad única. Se me escapó ahí, por un poquito, la chance. Y ese llanto en el 18 fue duro porque uno tenía muchas ganas de ganar y poder lograr ese sueño. Pero bueno, ahora pensándolo un poco más en frío, el que realmente importa es el Masters como profesional. No jugarlo como amateur.

Alejandro Tosti, en la entrega de premios del LAAC 2015, junto al chileno Matías Dominguez, campeón del torneo.

– En esos momentos, llegó el viaje a Florida y tu arranque en la Universidad allá. ¿Cómo te preparaste para ese momento? Contame acerca de tu aclimatación allá, lejos de tu viejos. ¿Fue muy dura? De ser así, ¿por qué?

– Sí, sin duda que el comienzo de la universidad terminó siendo muy difícil para mí. Especialmente porque fui tres días a clases y, luego, me fui una semana entera para Argentina a jugar el LAAC que nombramos. Ha sido durísimo porque volví a Estados Unidos sin mi familia, sabiendo que no iba a poder jugar el Masters por un golpe, que tenía que retomar la universidad y los estudios en inglés (que yo nunca había estudiado en inglés en mi vida). Estaba una semana atrasado, con cinco clases. Fue muy difícil llevarlo adelante.

– Pasaron los días allá y te surgió la infección de tu muela, que derivó en una encefalitis. ¿Qué recordás de esos momentos de adversidad? ¿Fue un punto de inflexión de tu carrera, el haber podido sobrepasar semejante momento complicado? ¿Cuál fue el rol de tu familia, a pesar de la distancia? ¿Y de tus compañeros en el equipo de los Gators?

 – Lo de la encefalitis fue un susto muy grande. La verdad que uno no lo esperaba, ni cree que esas cosas puedan pasar. Tuve la suerte de que mi novia estaba en Estados Unidos y me apoyó mucho. Ella vino a estar conmigo. Nadie de mi familia (excepto mi hermano) tenía pasaporte para ir a visitarme y cuidarme. Es más, mi hermano tuvo que adelantar una cita en la embajada italiana para que le den el pasaporte. Tan pronto como se lo dieron, la universidad le pagó para que venga a estar conmigo por un mes, porque yo no podía irme a ningún lado mientras estaba en el tratamiento con antibióticos

En el momento de tu estadía en USA, empezaste a tener relación con una eminencia del golf en nuestro país: Ángel “El Pato” Cabrera, ganador de 2 Majors. ¿Cómo se originó la relación con él? ¿Qué te gustaría tener del juego de él, que sentís que te pueda faltar?

El día que yo quedé segundo en el LAAC de Argentina, “el Pato”, unas horas más tarde, me escribió un mensaje alentador. Ahí empezamos a tener contacto, ya que yo me iba a Estados Unidos. Él siempre fue muy abierto conmigo, siempre queriéndome ayudar. La relación se fue dando poco a poco. Algo que me gusta mucho de él es la manera en que él juega agresivamente. Creo que es algo que copio mucho de él y quisiera seguir experimentando.

– Este año, se juega el Open Championship en Royal St George’s. Vos en el 2017, en The Amateur Championship (para los que no lo conocen, ocuparía el mismo lugar que el Abierto Británico para los aficionados a nivel mundial) hiciste historia, siendo el primer golfista de Argentina y la región en llegar a semifinales (el torneo se juega bajo la modalidad match-play). Contame sensaciones de esos días y los detalles que puedas mencionarnos de esa experiencia única que te tocó vivir, con un contexto distinto al de Estados Unidos y más cercano a la historia de éste deporte.

– A mí me gusta mucho jugar en “links”. En esa oportunidad, tuve la suerte de llegar tan lejos. Estuve tan cerca (de vuelta) de estar en los majors como amateur. Pero bueno, por ciertos motivos, esto no se dio ahí, en la semifinal. Esa cancha es muy competitiva. Los tiros al green son bastante complejos. Si dejan los rough largos, se vuelve una cancha muy complicada. Voy a estar muy atento a mirarlo en Julio (Cuando jueguen el Open Championship), para recordar buenos momentos.

– Vuelvo a tu actualidad. Tuviste un fantástico año, habiendo obtenido tu primer triunfo como profesional en el “Termas de Río Hondo Invitational”. Esto se dio viniendo de atrás. ¿Qué significado tiene para tu trayectoria que tu primera victoria sea de local? ¿En qué momento sentiste que lo ganabas? Viendo ahora, en frío, tu foto con el torneo, ¿cuáles sentís que fueron las claves de tu logro en esa semana y en tu carrera, hasta ese entonces?

– La victoria de Termas de Río Hondo fue algo inesperado. Después de los primeros dos días, yo no estaba muy cómodo con la forma en que me estaba desenvolviendo en la cancha de golf. En ese momento, tuve una charla con mi psicólogo que me ayudó mucho. Fue increíble que esto, combinado con los putters entrando al hoyo y algunos buenos tiros, permitió que se termine dando la victoria. Mi objetivo con mi psicólogo era llegar al hoyo 9 del último día con alguna chance. Ese último día, venía 5 bajo el par en los primeros 8 hoyos y en el hoyo 9 (Par 5) estaba tirando para águila. Dejé mi primer putter un metro corto y, el segundo putter, lo erré. En cualquier otra instancia me hubiera enojado pero, esta vez, me dije que estaba en la posición que quería estar: cerca del líder, en el hoyo 10 del último día. Pase lo que pase, en los últimos nueve hoyos, sabía que iba a tener una chance de ganar el torneo. Y esa chance la apoveché en los últimos hoyos, pegando muy buenos tiros (en especial, el último tiro del bunker en el hoyo 18).

– Tenés la tarjeta asegurada para el PGA TOUR Latinoamericano el año que viene. ¿Cómo proyectas el año 2020 y tu futuro? Y mirando hacia atrás, ¿Qué mensaje le dejarías al que recién se inicia en esto, luego de todos los contratiempos y adversidades que afrontaste, para llegar a lugares de privilegio en esto, como te está tocando a vos?

– Ahora estoy unos días de vacaciones, hasta los primeros días de enero. Luego, me voy para Estados Unidos para encarar el año 2020 bien preparado. En cuanto a la siguiente pregunta, si te referís a los niños: lo más importante es que obtengan su educación primaria, secundaria y universitaria, en lo posible porque el golf es una carrera muy larga y son muy pocos los que llegan. Si te referís a los profesionales que recién hacen sus primeros pasos: yo soy uno de ellos. Estoy recién dentro de mi primer año y medio como profesional y es una carrera muy larga, que requiere de que muchas cosas pasen para que uno pueda vivir del golf. Acordate de que hay 400 millones de jugadores de golf en el mundo, del cual sólo 500 personas viven de esto bien. Estamos hablando de un ínfimo porcentaje de probabilidades de que, un jugador de golf, tenga la oportunidad de vivir del golf.

Quizás, no te exprese tanto sus emociones. Pero en el fondo sabe muy bien lo que tiene que luchar y que sólo muy pocos llegan a la cima. Tiene con qué. Las circunstancias de la vida hicieron que la puerta que tocó, de entrada a los majors nombrados, no se le abra. No importó. Porque las llaves a esas puertas son muchas. Esta respuesta se la fue dando, en poco tiempo, toda la experiencia que fue acumulando y que nos contó, con una gran claridad. En algún momento, la llave va a ser la correcta para este PEQUEÑO GIGANTE ARGENTINO.

Matías Miguel Torge para No Está Dada.

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