Por todas esas veces…
No hubo tiempo de análisis. Ela recibió el premio, habló con la prensa y viajó a Colombia para la Copa Andes. Una vez allí no se relajó. Muy lejos de eso, ganó 6 de sus 8 partidos individuales. La mano seguía caliente, la remera argentina le seguía dando energía.
Ela pasó por todos los estadíos representando al país. Fue la promesa que escuchaba a las mayores, aportando talento y frescura. Fue pareja de Maggie y protagonista de un equipo campeón de Copa Andes. Fue de bronce en los Juegos Olímpicos de la Juventud.
El vivo del hoyo 18 del WALA fue casi calcado al año pasado. Ahora no era Valen. Era Ela. Algunas caras nuevas listas para festejar, tomando carrera para llegar primeras al abrazo.
De las 10 chicas, solo María, Valen y Ela están en la universidad (Estados Unidos). El resto de las chicas están acá, esperando para irse. Incertidumbre y ansiedad. Muchas preguntas y pocas respuestas.
La consagración de @elaanacona en Pilar es el mejor ejemplo que ellas pueden tener.
Es el final de la película.
Ela llegó a Arkansas con ilusiones y un gran curriculum. Sin embargo, durante 4 años tuvo que sortear subes y bajas constantes. No es que perdió nivel. Es que el choque con la nueva competencia es demasiado fuerte.
En las peores tormentas nacen los mejores pilotos. Ela pasó meses sin resultados alentadores. Desconfianza acumulada. Ganas de festejar contenidas. Fue en este período donde creció a pasos agigantados, pero silenciosos.
Por todas esas veces que no encontraba respuestas en su swing, y las siguió buscando.
Por todas esas veces que vio festejos ajenos, sin perder la ilusión de que algún día llegaría su turno.
Por todas esas veces que podría haber dejado de intentarlo, pero eligió volver a practicar, una vez más.
Por todo eso Ela es un ejemplo para las más chicas.
Podríamos hablar de lo fuerte y derecho que pega. De los pocos -casi ninguno- greens que erra. De cuanto mejoró con el putter.
Nos quedamos con la parte que no se ve. Con la película completa. Con la que arranca en 2024…
«Nada está perdido si tenemos el valor de decir que todo está perdido y empezar de cero» (Cortázar)
