A sus 50 años, cuando la mayoría lo imaginaba cerca del retiro, Phil Mickelson demostró la clase de jugador que es, y en el PGA Championship 2021 batió el récord del golfista más longevo en ganar un major. Una carrera caracterizada por la victoria desde amateur, la competencia contra Tiger Woods, los altibajos, y a su edad, seguir explotando su experiencia para no ser menos que los jugadores jóvenes.
Desde su juventud, cuando a los 19 años sin ser profesional ganó su primer torneo en el PGA Tour, Mickelson dejó en claro que iba en camino a la historia grande del golf. Se graduó de psicólogo en Arizona en 1992, y desde ahí, los títulos no dejaron de llover. En 2001, luego de ganar el Buick Open, título 18 en su palmarés, Lefty alcanzaría el 2 en el ranking mundial, solo por debajo de Tiger Woods, que mantendría mucho tiempo ese lugar, y lo privaría al zurdo de llegar al 1, lugar que aún no conoce.
En 2004 llegaría la primer gran alegría de Phil. Con una arremetida increíble en los últimos nueve hoyos y pegando tiros imposibles, vencería a Ernie Els y obtendría su primer Masters de Augusta a los 34 años, torneo en el que previamente había quedado 4 veces tercero. Cabe recalcar que ese año finalizó top 10 en todos los majors.
Un año después, en el PGA Championship de 2005, Mickelson se consagraría campeón de un nuevo major. Gracias a un flop shot de antología que le permitiría bajar el 18, venció a Thomas Bjorn y a Steve Elkington para conseguir su segundo torneo grande.
El 2006 tendría un sabor agridulce para el de San Diego, ya que por un lado, conseguiría su segundo saco verde en Augusta producto de un nivel superlativo en el último día, que significaría su segundo major consecutivo, pero por otro, escribiría una de las peores páginas de su carrera. En Winged Foot, Phil llegaría al hoyo 18 del US Open con un golpe de ventaja, y decidido a continuar con su estilo agresivo, pegaría un drive desde el tee que se iría por la izquierda. Desde ahí, intentaría arriesgar en búsqueda del green, pero su bola pegaría en un árbol y no avanzaría más de 50 yardas. Decidido a ir por todo, y con poco ángulo, intentaría doblar la bola para llegar al green, pero no sería suficiente y descansaría en el bunker. Desde ahí, su tiro sería extremadamente largo, y sin poder salvarlo con un buen chip, firmaría un doble bogey, que le haría perder el major ante Geoff Ogilvy, y quedaría en la historia como uno de los mayores colapsos de un golfista de elite en la historia. Luego del final dijo: “Sigo en shock, me duele más que cualquier otro torneo porque lo tenía ganado”.
Durante 2007 y 2009, Phil alternaría buenas y malas, con una victoria en The Players, pero con mucho trabajo para mejorar su juego desde el tee (principal falencia), y para alcanzar la potencia de los jóvenes. El esfuerzo por mejorar daría sus frutos en 2009, cuando venció a Tiger en el Tour Champonship, y en 2010, al alcanzar su tercer Masters, con un golf muy sólido.
Su cuarto major llegaría recién en 2013, luego de quedar segundo en el British Open de 2011 y en el US Open de ese mismo 2013. Con más de 40 victorias en el PGA, se pensaba que Mickelson no tenía el nivel para volver a los primeros planos. Y en el British Open, partiendo el domingo a cinco golpes del primero, el sandieguense tuvo un día magistral, que cerró en 66 golpes y con su quinto major.
A partir de ese año, Phil Mickelson enfrentaría la meseta más grande de su carrera. Cambiaría su swing coach, luego de 25 años también su caddie, y se sumergiría en lesiones y falta de confianza, que lo mantendrían cinco años sin títulos, y con escasos ratos de buen juego, plasmados en segundos puestos en majors, como en aquella recordada batalla en Royal Troon, cuando compitió contra Henrik Stenson por el British Open, y terminaría segundo. En 2019, aún sin recuperar su plenitud, quedaría fuera del top 50 mundial por primera vez en 26 años.
Sin brillar, llegaría a 2021 con 44 títulos en su haber y cinco majors. Con su hermano Tim en la bolsa, se presentó al PGA Championship como un jugador cualquiera, sin otro motivo que su historia para imaginarlo favorito. Y así fue como, a base de buenas salidas desde el tee, genialidades con el approach, un putter que acompañó, y algo de ayuda de sus perseguidores, Phil Mickelson se consagró campeón en Kiawah Island contra todo pronóstico.
Luego de reafirmar su vigencia, perseguirá su deseo de ir en busca del Grand Slam en el British Open, que se jugará en julio. De esta manera, dejó en claro que la edad es solo un número, y que viejo es el viento, y sigue soplando.