Todo parece indicar que estamos ante nuevo punto de inflexión en la historia de la copa Ryder. Hasta el año 1983 el dominio americano fue arrollador, incluyendo 1981 en lo que fue para muchos el mejor equipo de la historia de la competencia en cuanto a pergaminos (11 ganadores de majors). Con la unión de Europa continental se fueron acomodando las fichas y el orden de cosas fue invertido, los europeos pasaron a ser los favoritos y ganaron 12 de 17 ediciones.
Llegamos a Whistling Straits con un favoritismo muy claro, como pocas veces. Si bien era un escenario previsible, por todo lo que se habló llegando a esta semana acerca del gran nivel que traía el equipo americano, tanto en ranking como en momento de sus principales estrellas, los match play hay que jugarlos y como ocurrió más de una vez, las sorpresas suelen suceder. Pero no fue el caso. El promedio de ranking de Estados Unidos era 9, y el de edad el mas bajo de la historia. Aun así, los rookies del equipo ya tenían varios triunfos en el Tour y realmente importantes, solo Scheffler (el de peor ranking puesto 21) no tenía triunfos al momento. Curiosamente también este Rookie que fue elección del capitán, y fue bastante discutido por el publico en general, fue el que entrego el punto mas destacado del día domingo ganándole al numero 1 del mundo con mucha autoridad. Es casi ridículo catalogar como rookies a jugadores como Xander, Morikawa, Cantlay, Berger y English.
Lo cierto que este equipo de superestrellas tiene la combinación perfecta de juventud y experiencia en el tour, y no es difícil de imaginar que este grupo domine las próximas ediciones de la Ryder. Esto combinado con el presente del equipo europeo con la mayoría de sus principales figuras en retirada, Westwood, Poulter, Casey, Garcia. No hay una camada demasiado representativa con peso mas allá de Rahm, Hovland, Lowry, Fitzpatrick. Rory siendo una incógnita por el bajo nivel de su juego en general, con muchos años sin ser protagonista en citas grandes. Tampoco ayuda el nivel competitivo del European Tour, ya que el verdadero test de fuerza se da en suelo americano, esto hace prever que no hay muchas figuras por explotar en las próximas temporadas, por lo menos no a la altura de las que presenta el equipo americano.
Hay entonces una clara ventaja generacional a partir de lo que vimos esta copa, y quedo claro en el resultado, la mayor diferencia en puntos en la etapa moderna. Superiores en todas las sesiones y nunca dieron chances.
¿Se convertirá este tradicional torneo en lo que es la Presidents Cup? Alli el dominio también es americano, hace muchos años, desde 1998 que no ganan los internacionales, pero a diferencia de la Ryder, en este equipo si hay jugadores que participan en el PGA Tour con gran proyección y se pueden convertir en grandes estrellas compitiendo todas las semanas en Estados Unidos. Matsuyama, Niemann, Ancer, Cameron Smith, IM, Higgo, Cam Davis. Se presentan como una next gen mucho mas probable para hacer frente ante los tanques americanos.
Polo Wells – No esta dada