El águila: el triunfo y los números de Collin Morikawa
Cuarto triunfo en el PGA Tour para Morikawa en apenas su tercer año como profesional y con 24 años de edad. Además del WGC ya obtuvo el Barracuda Championship (2019) el Workday Charity Open (2020) y el PGA Championship (2020). Este fin de semana ganó por tres golpes en un torneo que contó con uno de los «fields» (lista de jugadores) más competitivos de la temporada, y dominó su juego practicamente de jueves a domingo. Cuatro rondas bajo par, (-2, -5, -8, y -3), un sábado en el que logró siete birdies seguidos, y un domingo muy prolijo en el que casi no sufrió sobresaltos, fueron suficientes para lograr el triunfo con relativa soltura.
Los birdies: la recuperación de Bryson
Trece golpes menos de viernes a jueves. El jueves jugó muy mal, el viernes muy muy bien. Los números son llamativos tanto para quedarse con lo bueno como lo malo, pero más allá de las tarjetas, (+5, -8, E y-3 ) el juego de DeChambeau se vio mucho más sólido que el de una semana atrás. El 73% de precisión al fairway en el torneo hizo que todo fuera más fácil, recordemos que en el Genesis su precisión fue de 21%. El jugador sigue buscando el equilibrio y esta vez alternó malas y muy malas con buenas y muy buenas. En general sus vueltas tuvieron pocos pares, pero muchos bogeys, dobles, triples, birdies y águilas. Sigue dando que hablar y es sin duda un jugador que capta la atención del púbico. La sensación es que está cerca de explotar y dominar un torneo en cualquier momento.
El Black and Red Sunday como homenaje a Tiger
A todos nos entusiasma ver a Tiger de rojo y negro un domingo, sabemos lo que significa y se podría decir que es el uniforme más «emblemático» en el mundo del golf. El cierre del WGC nos sorprendio con un campo regado de jugadores de negro y rojo brindando apoyo al jugador número uno, quien sigue hospitalizado. Tony Finau, Rory, Fleetwood, Day, Sebastián Muñoz, y Patrick Reed entre otros.
El bogey: el hoyo 18 de Viktor Hovland
El viernes Hovland venía 7 bajo par llegando al 18, el día anterior había hecho birdie allí. No había tenido bogeys en toda la ronda… pero como todos sabemos, el golf puede ser muy duro y en un ratito se puede estropear una gran ronda. Gracias a un auténtico filazo desde el bunker, y una serie de golpes desafortunados, terminó en cuadruple bogey y el -8 pasó a -4. ¿Es malo comenzar el sábado -4? En principio no, pero si todo parecía llevar al -8 o -9 el gusto puede ser amargo.
Le preguntaron al jugador por su sonrisa a la hora de terminar el hoyo fatídico y explico que es su forma de reaccionar ante la adversidad, un «mecanismo de defensa». Se ve que el mecanismo funcionó ya que el sábado firmó -6 y el domingo -5. Sacando ese hoyo fatídico lo suyo fue excelente. ¿Por qué lo de Hovland viene a la sección bogey y no a birdie? Porque si bien el golf no es matemática, con un par en ese hoyo hubiera terminado -19 ¡y campeón! ¿Cuánto lo pensará esta noche?
El doble Bogey: Matthew Wolff
Su tarjeta del jueves (+11) podría ser la que presentamos cualquiera de nosotros en nuestras vueltas de fin de semana. Si bien no todos nos quejaríamos de firmar 83 no deja de ser llamativo cuando sucede con un jugador de su talla.
El primer tiro del día se fue fuera de límites, el terror de todo golfista, triple bogey. Segundo hoyo bogey. Sexto hoyo bogey. Hoyos 11 y 12 bogey. Hoyo 13 doble bogey con fuera de límites. Hoyo 15 CUÁDRUPLE BOGEY, basta por favor. Hoyo 16 doble bogey… y gracias a los dioses del golf birdies al 17 y 18. Para tener una idea de lo que fue el día de Wolff, en el hoyo 6 tenía un putt para birdie, durante el movimiento de práctica pre golpe tocó su pelota sin intención y la alejó del hoyo. Gracias a lo que estipulan las nuevas reglas no tuvo golpe de multa, pero un error de estos habla de los problemas de concentración que estaba teniendo. El viernes se retiró del torneo y no disputó su ronda.
En síntesis, otro fin de semana de gran golf para los fanáticos y mucho por delante. Se nos viene el Arnold Palmer Invitational la semana que viene, y en la otra tendremos al que algunos llaman el «quinto major»: The Players Championship en TPC Sawgrass.