Introducción
La carrera de un jugador profesional, al igual que la vida, no es una recta a velocidad crucero. Aunque tengas el mejor currículum del mundo, la realidad inevitablemente te va a poner a prueba. En esos momentos de incertidumbre se forma el carácter; en esos momentos difíciles, aparece la posibilidad de pegar un salto de calidad.
“¿Viste lo que juega este chico, Jorgito Fernández Valdes? Me quedé mirándolo en el driving, es increíble como le pega a la pelota, va a llegar al PGA Tour rápido, es crack.”. Estos comentarios los ha escuchado cualquier persona con recorrido en el mundo del golf argentino. Yo soy categoría 97´, pero muchos amigos compitieron contra Jorgito desde los torneos de menores.
Por su swing; por sus resultados; por su humildad y su gran capacidad de aprender de los mayores, era muy fácil imaginar un futuro asombroso.
Su camino en el profesionalismo (resumido)
Se hizo pro en 2012, con 19 años y una mochila llena de sueños en su espalda. La transición no le pesó y en su 4to torneo salía segundo (Puerto Rico). Con la soltura que siempre lo caracterizó, en su segunda temporada como pro ascendió al Korn Ferry, siendo en el campeón más joven de un torneo de PGA LA, en el Mundo Maya Open (20 años). El cordobés de rulos y swing perfecto se iba para arriba…rápidamente.
Sus primeras incursiones en el Korn Ferry fueron de experiencia. Para el 2015, ya con 2 títulos en el PGA LA en su haber, se estableció en Estados Unidos y la línea de llegada a la mejor gira del planeta parecía estar cerca…muy cerca: tras conseguir un segundo puesto y varios Top 10, la temporada venía muy bien. Sin embargo, la presión del cierre lo dejó con las manos vacías, fallando el corte en 4 de los últimos 5 torneos. El PGA Tour tendría que esperar.
Este fue un punto de inflexión en la carrera del cordobés. Porque en el golf se puede estar muy cerca y muy lejos a la vez. Toda esa confianza que venía acumulando se fue esfumando. Todas las certezas se transformaron en dudas. Jorgito jugó 20 torneos en 2016, falló 15 veces el corte y tuvo que regresar a la gira latina.
Volver a fojas cero puede parecer a priori una regresión. Desde una perspectiva estrictamente numérica, lo es. Pero el golfista es mucho más que lo que dicen sus estadísticas. Jorgito volvió a sus bases, y el camino ciertamente no fue fácil. Trabajó con humildad, perfil bajo y paciencia. Cambió de coach y buscó por todos lados sensaciones para recuperar su nivel.
Después de tantas ediciones de “¿Qué pasó con…?” hemos aprendido que estos bajones pueden funcionar como resortes, para subir con más fuerza que nunca. Porque nunca estas realmente perdido si nunca dejas buscarlo…y él lo encontró.
Entre el 2017 y el 2020 fue poniendo las cosas en su lugar; de a poco volvió la solidez que tanto extrañaba y necesitaba. Formó un gran equipo de trabajo en Argentina, y finalmente salió el sol, y vaya si pegó fuerte:
Jorgito y su mejor versión
Temporada 21´-22´ del PGA LA: ganó el torneo inaugural de la temporada, nada más y nada menos que el Visa Argentina Open, en Nordelta. En un final emotivo, Jorgito se llevó el pasaje al Open y se puso arriba de entrada. En lugar de quedarse en los festejos, viajó a Chile y salió segundo, y algunas semanas después en Termas de Rio Hondo volvió a pelear arriba y quedó con medalla de plata. Sí, un triunfo y dos segundos puestos en los primeros 4 torneos.
El cordobés se estableció como líder de la gira y no se bajó del Top 5 en toda la temporada; firmó el ascenso de forma oficial en México, con la presencia de su esposa y novia de toda la vida, Martu Bertuccioli, y su hija en brazos.
Final feliz de una racha especial e inolvidable. Porque Jorgito merecía este regreso. La madurez golfística al combinarse con su talento para pegarle a la pelota…forman un combo explosivo capaz de lograr cosas grandes.
La familia ya está en Escocia. El equipo de trabajo también. Ahora toca disfrutar y abrazar el momento. Porque no es un torneo más…es un major…es en la casa del golf…juega Tiger…y es el aniversario 150° del Open.
Conclusión
Este fue el camino de Jorgito al Open. Un hito que quedará para siempre marcado en su memoria, y que también será el punto de partida para una nueva etapa de su carrera. Porque estamos hablando de un jugador con jerarquía para estar todos los años en estos torneos, y no tenemos dudas que pronto lo va a lograr.
Es cuestión de que siga haciendo lo que está haciendo, aprendiendo y superándose día a día.
Pasó por buenas, pasó por malas. Jorgito volvió a volar, y aterrizó en un lugar sagrado para nuestro deporte. Te mereces este momento . Todo el golf argentino está orgulloso de verte en St. Andrews.
Desde acá te estaremos siguiendo paso a paso…
Por Tincho Consoli