Tom Kim: el nacimiento de una superestrella en el momento más indicado

Algunas semanas atrás Tom Kim era un desconocido para el mundo occidental golfistico.

Pero el chico de Seúl, Corea del Sur, apareció para romper todas las fronteras a puro golf y carisma.

Hace justamente un mes atrás, ganó el Wydham, último torneo de la fase regular del PGA, siendo el primer jugador nacido en los 2000 en consagrarse en la gira. Sí, Kim nació en el 2002, tiene 20 años.

Su victoria pasó bajo el radar porque el LIV-Gate estaba en llamas, con muchas estrellas esperando al final de la temporada para hacer el bolso y saltar al barco de Norman. Pasaron las semanas, terminó la Fedex…y arrancaron los bombazos: Niemann al LIV, y seguían sumándose bajas sensibles (Ancer también al LIV) para el equipo internacional de una Presidents que prometía poco y nada.

La previa había tenido demasiados inconvenientes. Jugadores con poca experiencia como Taylor Pendrith, Cameros Davies, Mito Pereira, Seba Muñoz y Tom Kim tendrían que medirse ante el dream team estadounidense.

Ni el mejor analista del mundo hubiera podido presagiar lo que pasó en Quail Hollow. ¿Un milagro de los internacionales? No. Pero sí un cambio radical de espíritu y forma de encarar la competencia, en clara desigualdad de armas.

Tom Kim vivió la copa como un nene en un cumpleaños. Saltaba en el driving antes de arrancar. Hacía chistes. Se notaba que estaba disfrutando cada momento. Incluso en el tee del uno, jugando de visitante, levantó la mano pidiendo aliento al público.

CHARLOTTE, NORTH CAROLINA – SEPTEMBER 25: International Team Member Tom Kim of South Korea asks the crowd for more noise as he arrives on the first tee during the final round Sunday singles matches of Presidents Cup at Quail Hollow September 25, 2022, in Charlotte, North Carolina. (Photo by Chris Condon/PGA TOUR via Getty Images)

Aunque perdió sus primeros 2 partidos, siempre que pudo levantó el puño, alentó a su compañero y luchó hasta el final.

El sábado nació una estrella. Porque el equipo internacional estaba en el piso y no había signos de vitalidad. 10 – 4 abajo y sin haber ganado ninguna sesión. El panorama era desalentador, porque si todo seguía así…la Copa estaba prácticamente definida a falta de un día.

Pero allí apareció el joven coreano fanático de Tiger. Metió 4 putts eternos. Con doble caída, en bajada, y en cada uno de ellos imitó algún festejo histórico del tigre: tiró al putter al piso al grito de “Let´s go” y “C´mon”. Sacudió puños a diestra y siniestra, y le ganó a la mañana con K.H Lee a Scheffler y Burns.

A la tarde no bajó la intensidad y contagió a todo el equipo amarillo y negro. Poco a paco los de Immelman se hacían fuerte en fourball, con una pareja australiana que daba vuelta un partido increíble: Adam Scott, la leyenda, con el joven discípulo: Cam Davis que cerraba con 3 birdies seguidos para ganar en el 18. Muñoz y Sungjae Im prendidos fuegos ganaban ampliamente su punto, y la pareja asiática de Si Woo y Tom Kim estaba en el 18 contra Cantlay y Schauffele…Necesitaban ganar ese punto como sea, para llegar con momentum al domingo y darse el gusto de ganar la sesión.

Tom pegó un dardo con el hierro 2 desde 232 yds para dejarse la chance de cerrar el partido a toda orquesta. Con las cámaras enfocándolo, el chico miró el putt de todos lados. “Quería meter ese putt más que nada en el mundo. Sabía que mi equipo estaba atrás mío. Ya estaba pensando en cómo iba a festejarlo”. Como hacen los grandes, Kim la tocó con una tranquilidad sorprendente y antes de que la pelota toque el fondo del hoyo ya estaba lanzando su gorra al piso, como Tiger en el 18 de Bay Hill.

Se desataba la locura en el green del 18 tras el putter para el triunfo de Kim
ORLANDO, FL – MARCH 16: Tiger Woods celebrates making a birdie on the 18th green to win the Arnold Palmer Invitational on March 16, 2008 at the Bay Hill Club

Los grandes no son solamente buenos jugadores. Transmiten cuestiones intangibles. Cambian el statu quo, se desenvuelven con una autenticidad que los hace únicos. Pensar en Seve, Tiger, Rory, Jordan, entre tantos otros. ¿Tom Kim podría ser uno de ellos? Es un mero deseo, porque recién aparece en la escena mundial. Las cualidades golfísticas las tiene. La personalidad…claramente también. Lo que sí sabemos con certeza es que será entretenido seguir su desarrollo en los mejores torneos. El golf necesita show, del bueno, por las razones correctas.

En conclusión, ayer no le habrá alcanzado al equipo internacional. Pero el épico día sábado será una piedra fundacional en la cual inspirarse para las futuras ediciones. Se puede, aunque no tengas a los mejores…se puede. Hay estrellas desparramadas por todo el mundo, esperando a tener su momento para brillar.

Por Tincho Consoli

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